Esta semana que ha pasado, aparte de los momentos satisfactorios que tengo en mi trabajo cada día y de las alegrías que mis colegas de oficina y mis amigos me brindan, he tenido la oportunidad de “pasar” por algunos sinsabores que quiero compartir en este artículo. Ellos son una muestra clara y evidente del largo camino que aún nos falta por andar en Nicaragua en cuanto al respeto hacia las personas GLBTTTI y sus derechos, los cuales son constantemente pisoteados por cuanto cristiano se le ocurre. También, son muestra de los parangones, retos y desafíos que los abanderados de la lucha GLBTTTI aún tienen en el país, independientemente de la trinchera en la que militen.
Comencé mi semana en Managua escuchando los comentarios homo-lesbo-bi-inter-transfóbicos de dos comentaristas de una famosa radio en los que brindaban sus “pareceres y apreciaciones” sobre la noticia sucedida la semana antepasada en un país anglosajón y que recorrió todo el escenario mundial. La noticia era sobre el obispo anglicano que decidió sobre su situación sentimental con su compañero de vida y sobre la posición de esta Iglesia ante tal situación.
Las palabras de estos dos comentaristas y comunicadores, aparte de la gran tristeza que me dieron, no me merecen mayor consideración dado el nivel de odio, repugnancia y gala de lenguaje descalificativo y violento con el que comentaban la noticia. Lo que sí dejaron bien claro fue su desconocimiento sobre leyes y jurisprudencia en Nicaragua.
El segundo hecho se me presentó como una nota periodística publicada en un famoso diario de circulación nacional el 15 de junio, en el que una señorita hacía referencia a su “visita” a una conocida disco gay de Managua. El artículo en mención está lleno de descalificaciones hacia las personas GLBTTTI camufladas de una presunta e inocente “falta de conocimiento” sobre este sector de la población, amén de querer suavizar la intolerancia hacia las opciones sexuales alternativas y su prejuiciada lesbofobia con referencias sobre el buen gusto por la música y la decoración del antro de diversión.
Por otro lado me parece que como mínimo el dueño/a de la discoteca debería haber emitido una nota de protesta hacia el diario este por publicar tal tipo de artículo sobre su disco y sobre los clientes que la frecuentan. Me atrevo a asegurar que no se tomó el consentimiento de los dueños del local para realizar tal reportaje y menos para proceder a publicarlo.
¿Lamentable? ¡Por supuesto! ¿Vergonzoso? ¡Ni qué decirlo! ¿Real? ¡Sucede a diario! Tales hechos nos dan una idea de la magnitud del trabajo al que nos enfrentamos y del monstruo que se cierne sobre nosotros si nos quedamos de brazos cruzados sin hacer nada.
En junio, las personas GLBTTTI nos unimos en una celebración de las diversidades de orientación sexual e identidad de género, a través de distintas actividades para celebrar el mes de nuestro orgullo, celebración que se da a nivel mundial. Si bien esta población ha tenido grandes avances y logros en su lucha, todavía persiste el odio, la intolerancia, la discriminación, la violencia, los descalificativos y un sinnúmero de amenazas, conductas y comportamientos que aún tenemos que sortear para lograr que nuestra vida como personas sea una vida digna y que la sociedad entienda que, por encima de todo, somos seres humanos y que somos dignos de vivir y ser respetados. Adelante compañeros y compañeras diversas sexualmente…. que la lucha contra las fobias continúa y la vamos a ganar.
ECA se hace ver en Holanda… El aeropuerto estaba calmo, nublado y con brisas ligeras. Acababa de aterrizar en el primer mundo. En Ámsterdam, eran las 8.15 de la mañana, en Nicaragua 8 horas menos. 19 de julio de 2009. ECA, hace presencia en la primera conferencia con participantes de todo el globo, organizada por IGLYO (International Lesbian, Gay, Bisexual, Transgender and Queer Youth and Student Organisation).
El viaje estuvo cansado, casi 15 horas de vuelo y unos pares más entre aeropuertos y trenes. Pero, el ánimo estaba al 100, y Nicaragua estaba presente. Fuimos solo cuatro países latinos, 4 mexicanos, 2 peruanos, 1 boliviana y 1 nicaragüense, adivinen quién; entre casi 90 participantes de África, Asia, América Anglosajona, Oceanía y Europa. La experiencia empezaba a ser espectacular.
A la noche nos recibieron con una fiesta y cena de cumpleaños, IGLYO celebraba su cumpleaños número 25, como primera organización de jóvenes estudiantes de Europa. La fiesta estaba algo snob, entre vodkas y cervezas Amstel. Pero los latinos, salimos al rescate, el Dj afanado por complacer nuestra sangre latina con ganas de bailar, programó La Isla Bonita de Madonna y Más que nada de Black Eyed Peas, hasta que se topó con Shakira y Juanes. Les hicimos el favor, animar la fiesta, luego, el “grupete latino” como nos hicimos llamar, nos fuimos a dar un tour por la ciudad, especialmente al famoso Distrito Rojo, un poco fuerte para mi gusto; con sus mujeres en vitrinas y la marihuana respirándose como ambientador.
Ya el lunes empezamos el trabajo de verdad, La Conferencia, que más que un dictado común y presentación de contenidos, tenía actividades con un eje central enfocado en la participación activa de los miembros, con el fin de obtener las experiencias individuales de cada país o región. Para ello, los organizadores aplicaron el modelo de Educación no formal y bajo este esquema trabajamos las prácticas de las organizaciones en el movimiento LGBTTI.
El primer día, hablamos de situaciones individuales en cada región, obstáculos y oportunidades. Posteriormente los resultados de la reunión se expusieron uno a uno a todas las demás regiones, al mismo tiempo que se exponía a Latinoamérica los resultados de las demás regiones del mundo. Encontramos resultados interesantes, como:
· El desinterés del movimiento en Europa, al mismo tiempo que enfrentan contradicciones culturales entre países muy fuertes, porque a pesar de ser un continente muy pequeño reúne países con identidades específicas que aún conservan muchos de los valores morales desfasados del pasado.
· En Asia del sur, el transexualismo está muy generalizado y muchas veces es aceptado porque la gente obvia su existencia, pero al mismo tiempo la minimiza, al no pelear junto al movimiento LGBTTQ por la despenalización, que muchas veces recurre a castigos físicos y hasta la muerte.
· En Australia, las personas pueden adoptar hijos sin necesidad de estar casadas. Pero las parejas homosexuales, aún no legalizadas, no pueden hacerlo. En otras palabras, un hombre soltero puede adoptar a un niño, pero si este hombre vive o convive con otro hombre ya no es un candidato elegible para la adopción. Contradicción legal, cultural e institucional, ya que el estado posee muchas leyes de protección para LGTTTQ, pero se contradice en situaciones como la planteada anteriormente.
· En África, en países como Uganda, el movimiento LGBTTQ, ha encontrado apoyo y respaldo a través de asociaciones religiosas y no a través de la sociedad civil o el estado, ya que en muchos de sus países está penalizado como delito de gravedad cualquier práctica que se considere como antinatural, según ellos. Entonces las organizaciones religiosas con sus trabajos de sensibilización más generalizados, han dado acogida al movimiento, para trabajar a través de ellos.
Al día siguiente, en una ponencia de John Fisher estudiamos a detalle los Principios de Yogyakarta, principios sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos en relación con la orientación sexual y la identidad de género. Y bajo este marco teórico legislativo, trabajamos los efectos y aplicación de estos principios en nuestros casos particulares, con el fin de obtener las mejores prácticas y ubicarnos en un pasado, presente y por supuesto, un futuro inmediato.
La tarde del miércoles nos fuimos de paseo por los lugares Gays de Ámsterdam, que por su valor histórico y Social, representan un eco en el movimiento. A mi grupo de trabajo, nos tocó visitar una discoteca cuyos dueños son un grupo de amigos, que abren solo los domingos, y que sus ganancias las donan a la caridad en África y Asia, además, visitamos el Primer Bar de Lesbianas de la ciudad, inaugurado por los años 30 en el centro histórico de la Venecia del Norte.
Al caer el sol, hicimos un performance como tributo a la comunidad LGBTTI; sacrificadas, torturadas y asesinadas en los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial y en todo lo largo de la historia mundial, en el Homo Monument de Ámsterdam. Flores, actos, lágrimas y carteles de protesta fueron los hilos conductores, en un acto cubierto por medios de comunicación locales e internacionales.
Llegó el jueves…y…¡terminamos!
Maduramos ideas y comienzos. Celebramos con sonrisas, besos y fotos, nos hicimos bolas recordando, calibrando y muchos formaron gran bacanal. Nos repartimos correos, deseos y promesas de turismo internacional. Nos fuimos por la noche, a celebrar los cuatro días de ricas experiencias. La Conferencia de IGLYO 2009 “This Is Who We Are”, fue un éxito.
Pero,
¿Hacia dónde vamos como movimiento LGBTTI?, La respuesta es simple, el empoderamiento generalizado e individualizado de la diversidad sexual. Medimos capacidades y enfrentamos retos, seguros e inertes a la intolerancia. Ese es el sabor central del asunto, cuatro días de reflexión, basada en cada una de las situaciones, una des victimización de cara a nuestros problemas locales, para entender otras realidades, peores y mejores.
A las seis de la mañana del viernes me puse en pie para disponerme a iniciar el largo viaje de casi 24 horas de regreso a mi linda Nicaragua, ya sentía el polvo cerca, o por lo menos eso pensaba para hacer más digerible el estrés de los aeropuertos.
Regresé ansioso, con el recuerdo fresco de las imágenes de los canales, los edificios de un estilo arquitectónico, que no supe determinar, pero que por condescendencia los nombraré como eclécticos, y más orgulloso de ser nica y latino que nunca; pero sobre todo muy satisfecho, porque di lo mejor de mí e hice mi trabajo de la mejor manera posible. Cumplí.
¡Gracias IGLYO!, ¡Gracias nuevos amigos!, ¡Gracias Ámsterdam!
Pero sobre todo, ¡Gracias a mis compañeros de ECA!, por confiar en mí y permitirme representar a nuestro modesto grupo, que más que trabajar con grandes recursos materiales, lo hacemos desde y para el más importante, el corazón.
Durante cuatro días, los jóvenes activistas realizaron un intercambio sobre la situación de los jóvenes GLBT en el mundo. “Cuando pienso en IGLYO, las imágenes que vienen a la mente es gente creativa, razonable, que intenta siempre aprender más, desafiarse y preguntar cómo ven otros el mundo. Nosotros agradecemos a ustedes que durante años han sido una fuente de maravilloso aprendizaje….y todo lo mejor a IGLYO en los 25 años próximos” expresó Evelyne Paradis, Directora de política de ILGA-Europa.
El miércoles 22 de julio. los participantes realizaron un perfomance en honor a las victimas de homo, lesbo y trans fobía de mundo. El perfonmance fue hecho en el Homomonument de Ámsterdam. Para finalizar la conferencia, el jueves, se presentaran algunas de las mejores prácticas basadas en los principioes de Yogyakarta el uso de derechos humanos en lo referente a identidad de la orientación sexual y del género.
Posteriormente, un grupo de 20 participantes de la Conferencia viajara a Copenhagen, Dinamarca, para participar en la Conferencia sobre Derechos Humanos organizada en el marco del World Outgames 2009, que se realizan después de la conferencia en Ámsterdam. Los miembros del grupo presentaran los resultados de la Conferencia a los activistas del mundo que se reúnen en los OutGamees y a líderes políticos que también participan.
El único legislador abiertamente gay de Finlandia, Oras Tynkkynen ha lanzado una propuesta para que su país designe un embajador que promueva los derechos humanos de gays y lesbianas alrededor del mundo.
Tynkkynen realizó su propuesta en el marco de la conferencia sobre derechos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales que tiene lugar por estos días en la capital danesa, en el marco de los Wolrd Outgames.
El político ha recordado que todavía seis países castigan con la pena capital la homosexualidad y que en otros 80 se puede ir a la cárcel simplemente por amar a alguien del mismo sexo.
" En Angola, los gays pueden ser enviados a campos de trabajo, en Malasia la sentencia puede ser de 20 años de prisión mientras y en Yemen, se los castiga hasta con latigazos" remarcó Tynkkynen, quién cree que un embajador por los derechos gays podría ayudar a revertir esas situaciones.
Tynkkynen ha dicho además que el ex ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Alexander Stubb, podría ser la persona ideal para ocupar el cargo. "Hizo un trabajo invaluable por los derechos de gays y lesbianas durante su trabajo como eurodiputado”, remarcó.
La ayuda a grupos gays, sobre todo en aquellos países dónde la homosexualidad todavía no es bien vista, ha generado incovenientes diplomáticos entre algunos países como Reino Unido y Bulgaria, tal como informamos en Universo Gay el mes pasado.
El Grupo de Diversidad Sexual de Carazo-Espacio Comunicación Alternativa-ECA, asistirá a la Conferencia Internacional de Jóvenes Activistas organizada por International Lesbian, Gay, Bisexual, Transgender and Queer Youth and Student Organisation (IGLYO), en el marco de su 25 aniversario de fundación.
El Grupo ECA de Carazo, es el uno de los participantes en la conferencia "This Is Who We Are", que se realizará del 19 al 23 de Julio en Ámsterdam, que reúne a poco más de 120 jóvenes activistas GLBT del mundo donde IGLYO esta presente y otros invitados, como Nicaragua.
La conferencia es una oportunidad para reflexionar el pasado del activismo de la juventud GLBT, celebrar su presente vibrante, y el foco de sus desafíos futuros. “Por primera vez, crearemos un diálogo global para explorar el potencial de la cooperación futura entre los activistas jóvenes GLBT en diversas regiones del mundo” expresa una nota de prensa de IGLYO.
El Grupo ECA y Nicaragua estará representado por el joven activista de 21 años, Carlos René Cruz, quien se ha integrado al trabajo de empoderamiento y fortalecimiento de los jóvenes GLBT en Carazo, a través de acciones de comunicación impulsadas por el Grupo. Cruz, originario de Masaya, ha participado en varias iniciativas sobre diversidad sexual y desde abril de 2009 forma parte del Grupo y realiza acciones de incidencia local en los municipios de Carazo.
Durante el encuentro, los participantes compartirán sus experiencias de activismo en sus países para contribuir al intercambio social y la retroalimentación de información. Adicionalmente, trabajaran sobre la lucha para los derechos humanos, usando el marco proporcionado por los principios de Yogyakarta.
“Desde Espacio es una oportunidad para dar a conocer las realidades que diario enfrentan los jóvenes gays en los colegios, las mujeres lesbianas en las casas, los y las trans en las calles. Cada una de las realidades que las personas diversas enfrentamos todos los días. Así como, el trabajo que todas las organizaciones hemos realizado por la lucha de nuestros derechos, nuestros logros, nuestros desafíos. Es una excelente oportunidad para retroalimentarnos de otras experiencias y fortalecer lo que hacemos acá” comentos Mario Vásquez, Coordinador General del Grupo de Diversidad Sexual de Carazo-Espacio Comunicación Alternativa-ECA.
Pablito es un niño como cualquier otro, sueña con ser el presidente del país de lodo que ha construido junto al limonero del patio; no es muy bueno en matemáticas, pero le encanta leer a Julio Verne. Y cuando va al béisbol, grita como condenado cuando se anota un buen batazo, él sabe que su papi no lo regañará por alzar la voz, cuando llore en la escena final del Palacio de Turandot. Pablito tiene dos padres, al que los llama por papi y papá.
Él no vive en medio de un modelo familiar que hoy ya no se considera el único, el heterosexual. Él vive en una familia homoparental.
Actualmente, el mundo atraviesa un proceso de transformación global, el mismo que poco a poco ha creado una relativa tolerancia práctica hacia la diversidad sexual en un amplio conjunto de las actividades humanas, pero, ¿por qué esto desaparece al asociarnos con la familia?.
La gran mayoría se opone a creer en un modelo familiar al que no se está acostumbrado ver, un modelo familiar homoparental. En países como España, actualmente cualquier persona puede adoptar, incluidas las personas homosexuales. La ley de matrimonio facilita la posibilidad de adoptar en pareja para aquellos que estén casados.
Antes de esta ley no se reconocía el derecho a adoptar como pareja fuera del matrimonio, por lo que hasta ahora, el hijo sólo podía serlo legalmente de uno de los miembros de la pareja, que tenía su custodia legal. El otro miembro, legalmente, era una persona completamente ajena al menor, aunque hubiera convivido con él durante toda la vida.
En Nicaragua no estamos ni cerca de vivir tales derechos, aún luchamos por el reconocimiento y la tolerancia, empezamos a visibilizarnos a la sociedad, mientras nos aceptamos desde adentro. Por lo que hoy, ya debemos hablar de este tema.
Para muchos de nosotros, les es difícil mantener una relación estable y es casi inconcebible la idea de formar una familia. Rechazamos el hecho que dos personas del mismo sexo que se aman, puedan engendrar o criar a un infante. Pero, ¿por qué?.
Son muchos los argumentos que los opositores usan para refutar esta realidad.
Se habla de que el niño aprende a copiar patrones de conducta, de manera que éstos inciden en el desarrollo y definición de una identidad sexual, por lo que, para no influir, la crianza debe de hacerse con un modelo heterosexual…pero, ¿confundirlos e influirlos a qué?, ¿a ser gays?, si eso realmente fuera cierto (ya que el 99% de nosotros crecimos con una familia heterosexual, seríamos heterosexuales, ¿no?), caemos al punto de considerar la homosexualidad como algo malo que debe de evitarse y rechazarse, cuando lo que es realmente malo es que un niño crezca en un hogar sin amor, cuidados y con maltratos.
Los expertos en el tema señalan que la identidad sexual es un proceso personal, en el que muy poco influye la composición de la familia. En casa se nos enseñó a comer, a caminar, a hablar...a vivir; pero fuimos nosotros los encargados de construirnos poco a poco, modelamos nuestra manera de agarrar el tenedor, de agilizar el paso, de hablar suave o fuerte…de amar.
No puede venderse de ninguna manera la idea de la familia heterosexual como un esquema modelado único, sabemos que es naturalmente típico, pero negarse a la posibilidad de que existan otros modelos, es negar los derechos de los implicados.
Están los que argumentan que la familia homosexual niega la naturaleza del ser humano. Pero, si los gays somos naturales, no dejamos de serlo en ningún momento en todo este proceso, y porque somos naturales tenemos la necesidad de dar amor, de formar una familia, o de no hacerlo.
Si bien, no tenemos la capacidad de reproducirnos, porque somos del mismo sexo, no significa que no podamos hacerlo de otras maneras. La familia no se trata de quién te hizo o te tuvo, sino de amor, mismo que habla desde el hecho de formarla desde una posibilidad genérica, hasta estar siempre ahí para vivirlo y contarlo.
Otros manifiestan que los niños se exponen a burlas y rechazos en la escuela y en los ambientes en donde se desarrollen. Pero, basarnos en este hecho, ¿no sería unírsele al prejuicio y no luchar contra él?, lo que debe de hacerse es educar a la sociedad que base sus prejuicios en recursos morales represivos y exclusivos, que niegan los derechos individuales por anteponer valores personales.
Negarnos este derecho, sería retroceder en el avance que como minorías sociales hemos desarrollado. No existiría entonces un primer niño negro en medio de una sociedad de blancos recibiendo clases, o actualmente, un presidente Obama.
Supuestamente, los roles y afectividad resultan más fáciles cuando un niño crece en medio de una familia heterosexual, a esto se suman los patrones sociales adquiridos. Pero, vemos que esto no puede juzgarse en términos abstractos y tejidos en el aire, sino en términos concretos y específicos.
Son cientos los estudios que se han hecho con relación al tema de la homoparentalidad, desde Estados Unidos hasta Suiza. Y las conclusiones siempre son las mismas. Un niño puede crecer y desenvolverse en un seno familiar conformado por dos mamás o dos papás, su desarrollo es totalmente normal y sin dificultades, su comportamiento es igual al de un niño que creció en una familia heterosexual; solo con la diferencia de que el niño goza de una mentalidad más abierta, libre, despierta y sin prejuicios. Las parejas homoparentales testimonian normalidad, ya que lo ven como un hecho “normal”, al cual no hay que dedicarle más relevancia.
Las refutaciones morales al respecto, no deben de sustentarse en preceptos anárquicos basados en tradición. La moralidad no debe de derivarse de la identidad sexual del o los individuos. Debe de construirse a partir del hecho de que una sociedad trata a todos por igual, y los gays no pedimos aceptación sino el reconocimiento de la igualdad de derechos. Porque una cosa es la identidad y otra son las disposiciones morales o de carácter.
Es difícil entender y asimilar estos contenidos o necesidades que recientemente se hacen y se viven públicamente, ya que la homoparentalidad es una novedad histórica, ligada a un siglo de construcción de nuevos valores. Por lo que queremos hacer consciencia desde adentro a atreverse a vivir como seres humanos diversos, que al igual que el resto queremos y demandamos los mismos derechos.
Nota: Al referirse a padres solamente, nos referimos a madres y padres.
Pablito es un niño como cualquier otro, sueña con ser el presidente del país de lodo que ha construido junto al limonero del patio; no es muy bueno en matemáticas, pero le encanta leer a Julio Verne. Y cuando va al béisbol, grita como condenado cuando se anota un buen batazo, él sabe que su papi no lo regañará por alzar la voz, cuando llore en la escena final del Palacio de Turandot. Pablito tiene dos padres, al que los llama por papi y papá.
Él no vive en medio de un modelo familiar que hoy ya no se considera el único, el heterosexual. Él vive en una familia homoparental.
Actualmente, el mundo atraviesa un proceso de transformación global, el mismo que poco a poco ha creado una relativa tolerancia práctica hacia la diversidad sexual en un amplio conjunto de las actividades humanas, pero, ¿por qué esto desaparece al asociarnos con la familia?.
La gran mayoría se opone a creer en un modelo familiar al que no se está acostumbrado ver, un modelo familiar homoparental. En países como España, actualmente cualquier persona puede adoptar, incluidas las personas homosexuales. La ley de matrimonio facilita la posibilidad de adoptar en pareja para aquellos que estén casados.
Antes de esta ley no se reconocía el derecho a adoptar como pareja fuera del matrimonio, por lo que hasta ahora, el hijo sólo podía serlo legalmente de uno de los miembros de la pareja, que tenía su custodia legal. El otro miembro, legalmente, era una persona completamente ajena al menor, aunque hubiera convivido con él durante toda la vida.
En Nicaragua no estamos ni cerca de vivir tales derechos, aún luchamos por el reconocimiento y la tolerancia, empezamos a visibilizarnos a la sociedad, mientras nos aceptamos desde adentro. Por lo que hoy, ya debemos hablar de este tema.
Para muchos de nosotros, les es difícil mantener una relación estable y es casi inconcebible la idea de formar una familia. Rechazamos el hecho que dos personas del mismo sexo que se aman, puedan engendrar o criar a un infante. Pero, ¿por qué?.
Son muchos los argumentos que los opositores usan para refutar esta realidad.
Se habla de que el niño aprende a copiar patrones de conducta, de manera que éstos inciden en el desarrollo y definición de una identidad sexual, por lo que, para no influir, la crianza debe de hacerse con un modelo heterosexual…pero, ¿confundirlos e influirlos a qué?, ¿a ser gays?, si eso realmente fuera cierto (ya que el 99% de nosotros crecimos con una familia heterosexual, seríamos heterosexuales, ¿no?), caemos al punto de considerar la homosexualidad como algo malo que debe de evitarse y rechazarse, cuando lo que es realmente malo es que un niño crezca en un hogar sin amor, cuidados y con maltratos.
Los expertos en el tema señalan que la identidad sexual es un proceso personal, en el que muy poco influye la composición de la familia. En casa se nos enseñó a comer, a caminar, a hablar...a vivir; pero fuimos nosotros los encargados de construirnos poco a poco, modelamos nuestra manera de agarrar el tenedor, de agilizar el paso, de hablar suave o fuerte…de amar.
No puede venderse de ninguna manera la idea de la familia heterosexual como un esquema modelado único, sabemos que es naturalmente típico, pero negarse a la posibilidad de que existan otros modelos, es negar los derechos de los implicados.
Están los que argumentan que la familia homosexual niega la naturaleza del ser humano. Pero, si los gays somos naturales, no dejamos de serlo en ningún momento en todo este proceso, y porque somos naturales tenemos la necesidad de dar amor, de formar una familia, o de no hacerlo.
Si bien, no tenemos la capacidad de reproducirnos, porque somos del mismo sexo, no significa que no podamos hacerlo de otras maneras. La familia no se trata de quién te hizo o te tuvo, sino de amor, mismo que habla desde el hecho de formarla desde una posibilidad genérica, hasta estar siempre ahí para vivirlo y contarlo.
Otros manifiestan que los niños se exponen a burlas y rechazos en la escuela y en los ambientes en donde se desarrollen. Pero, basarnos en este hecho, ¿no sería unírsele al prejuicio y no luchar contra él?, lo que debe de hacerse es educar a la sociedad que base sus prejuicios en recursos morales represivos y exclusivos, que niegan los derechos individuales por anteponer valores personales.
Negarnos este derecho, sería retroceder en el avance que como minorías sociales hemos desarrollado. No existiría entonces un primer niño negro en medio de una sociedad de blancos recibiendo clases, o actualmente, un presidente Obama.
Supuestamente, los roles y afectividad resultan más fáciles cuando un niño crece en medio de una familia heterosexual, a esto se suman los patrones sociales adquiridos. Pero, vemos que esto no puede juzgarse en términos abstractos y tejidos en el aire, sino en términos concretos y específicos.
Son cientos los estudios que se han hecho con relación al tema de la homoparentalidad, desde Estados Unidos hasta Suiza. Y las conclusiones siempre son las mismas. Un niño puede crecer y desenvolverse en un seno familiar conformado por dos mamás o dos papás, su desarrollo es totalmente normal y sin dificultades, su comportamiento es igual al de un niño que creció en una familia heterosexual; solo con la diferencia de que el niño goza de una mentalidad más abierta, libre, despierta y sin prejuicios. Las parejas homoparentales testimonian normalidad, ya que lo ven como un hecho “normal”, al cual no hay que dedicarle más relevancia.
Las refutaciones morales al respecto, no deben de sustentarse en preceptos anárquicos basados en tradición. La moralidad no debe de derivarse de la identidad sexual del o los individuos. Debe de construirse a partir del hecho de que una sociedad trata a todos por igual, y los gays no pedimos aceptación sino el reconocimiento de la igualdad de derechos. Porque una cosa es la identidad y otra son las disposiciones morales o de carácter.
Es difícil entender y asimilar estos contenidos o necesidades que recientemente se hacen y se viven públicamente, ya que la homoparentalidad es una novedad histórica, ligada a un siglo de construcción de nuevos valores. Por lo que queremos hacer consciencia desde adentro a atreverse a vivir como seres humanos diversos, que al igual que el resto queremos y demandamos los mismos derechos.
Nota: Al referirse a padres solamente, nos referimos a madres y padres.
Pensar que las familias tradicionales --integradas por papá, mamá y hermanos-- garantizan estabilidad emocional y preservan las “buenas conductas”, es negar, de cara al nuevo milenio, que existen nuevas relaciones familiares que están rompiendo esquemas y tabúes sobre las relaciones afectivas. Hoy sabemos de familias conformadas por parejas homosexuales o lesbianas, quienes conviven con sus hijos --sean éstos de relaciones heterosexuales anteriores o bien de inseminaciones artificiales-- y que representan una alternativa de vida con amor, cariño y respeto.
¿cuál es la mejor manera de educar a un niño? Según la teoría tradicionalista, un niño educado en un ambiente gay puede tener problemas a la hora de enfrentarse a la sociedad y además estará sugestionado a la hora de elegir su orientación sexual. Pero en la actualidad está comprobado que los hijos de madres lesbianas o padres gays no tienen ningún problema a la hora de relacionarse con la gente o de elegir sus gustos sexuales. Por el contrario, tienen una mente mucho más abierta a los cambios.
Entonces, ¿cuál es el problema que impide a una mujer lesbiana tener un hijo dentro de una relación homosexual?
Miedos de una madre lesbiana
Algunas tienen hijos fruto de uniones heterosexuales anteriores. Otras son parejas de esas madres. También están las mujeres que, no teniendo hijos, aspiran a la maternidad desde esta condición de vida, ya sea solas o en pareja, a través de la adopción o inseminación artificial.
Pero todas se enfrentan a los mismos miedos: ¿cómo reaccionará mi hijo si ve demostraciones de afecto entre sus dos mamás?, ¿debo decirle que tiene dos mamás y que las dos nos amamos?, ¿y si cuando se dé cuenta de mi condición me rechaza?
La experiencia en este campo hoy en día ha demostrado que la base de una buena educación para un niño es la sinceridad. Y esta norma es tan válida para parejas homosexuales como heterosexuales.
No hay que ocultar las cosas, la condición de homosexuales debe ser vista como algo natural. Así ellos verán como algo muy normal que sus dos mamás se sienten en un mismo sofá abrazadas a ver la TV, que se den un beso de despedida al salir a trabajar o al llegar a casa, o que al terminar el día se vayan juntas a su habitación.
Llegados ya a la adolescencia hay que sentarse con ellos a hablar de sexo como cualquier pareja heterosexual. Hay que explicarles en qué consiste, las opciones que pueden escoger y hablarles sobre la seguridad en sus relaciones. También se les debe preparar para saber cómo enfrentarse a los más intolerantes de la sociedad que ven en esta opción sexual algo sucio. La mejor arma: el diálogo.
Eso sí, hay que evitar caer en el error de "convertir" una pareja lesbiana en una pareja heterosexual. Es decir, que una cumpla el rol de madre y otra de padre, acostumbrando al niño desde que es bebé a llamarle a esta última “papá”. Esto le puede crear al niño un desarreglo psíquico al comprobar cuando crece que a quien llamaba papá es en realidad otra mujer. Es mucho más sano que un hijo crezca sabiendo que tiene dos madres. Mentirle o confundirle no sirve de nada.
Así que ser madre y lesbiana no son dos términos incompatibles. No importa si el hogar es de lesbianas o heterosexuales, sólo importa que el bebé crezca con mucho amor, inculcándole la máxima de “respeto hacia los demás”.
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