Marcha por los DDHH de la comunidad GLBTTTI
Por Marcelo García ||Cenro Integral de Defensores de Derechos Humanos-Venezuela ||
Este 13 de Agosto, grupos que lideran la lucha por el respeto de los derechos humanos de la comunidad Gay, Lesbiana, Bisexual, Transexual, Trasvesti e Intersexual (GLBTTI) en Venezuela, marcharon desde la sede de la Fiscalía General en la avenida Universidad hasta la esquina El Chorro para entregar a la Asamblea Nacional (AN) un documento en exigencia de la inclusión de estas personas en la ley venezolana.
Tamado de www.dozmanzanas.com
La IGLHRC (International Gay and Lesbian Human Rights Commission) denuncia cómo al amparo del toque de queda impuesto tras el golpe de estado se ha producido un deterioro de los derechos humanos para todos los ciudadanos.
Este deterioro está incidiendo de manera manifiesta en la situación ya de por sí complicada de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales en Honduras. Así, una mujer transexual fue hallada muerta por dos disparos de bala cerca de un Centro de la comunidad gay en San Pedro Sula. Activistas locales sugieren que podría haber sido asesinada por la policía militar.
A este cruento asesinato se suma el arresto de cinco figuras públicas del activismo LGTB el 29 de junio a las que, según IGLHRC, se golpeó mientras se encontraban detenidos. Los cinco fueron arrestados mientras participaban en una manifestación de apoyo al presidente depuesto.
En dosmanzanas hemos transmitido anteriormente la preocupación de organismos internacionales ante la situación los LGTB en Honduras. En febrero, Amnistía Internacional denunció amenazas de muerte contra una activista transgénero. En junio Human Rights Watch denunció el desamparo de las personas transexuales ante las constantes agresiones, muchas de ellas infligidas por aquellos que deberían velar por su seguridad.
Cuando las etiquetas trasciende La semana pasada, en medio de una conversación medio bohemia con cervezas y Juan Luis Guerra de fondo, una amiga me preguntó que quién era el hombre y quién era la mujer en mi relación de pareja. Yo, en medio de un ataque de risa me cuestioné el asunto más allá de recordar que hacíamos en la cama, para poder responderle sin darle la razón. ¿Por qué es una necesidad inherente en todos por igual, etiquetarnos?, ¿cuál es el fin de atribuirnos conductas de género a nuestras relaciones?, ¿por qué siempre tiene que haber un hombre y una mujer?, si yo soy hombre y estoy con otro hombre.
Las respuestas a estas preguntas, tienen su origen en casa. Cuando chavalos, se nos enseñó que el hombre protege y la mujer se acoge, que es normal que la mujer sea más diestra con las manos y el cuidado del hogar, muy al contrario de los hombres. Por lo que repetimos esos esquemas en nuestro diario vivir y por ende a cualquier cosa que se denomine relación.
Pero, entonces…¿qué pasa en la vida real, si somos dos hombres los implicados?. Aparecen las etiquetas que denominan los roles sexuales. Los prejuicios y mitos detrás de cada uno y lo que conlleva creer y vivir con ellos.
Es común en los chats o mensajes en los blogs, a los que casi todos nos hemos metido alguna vez, leer la clásica pregunta, ¿sos activo, pasivo o versátil?...si sos loca seguro has de ser pasivo y si no, seguro sos activo. Es entonces, cuando aparece el orgullo solapado de sentirse activo, aunque sea todo lo contrario; porque asociamos a la virilidad con la normalidad, con la correspondencia genérica, por ende, la aceptación social.
¿Cuál es el problema con ser pasivo?, ¿cuál es la grandiosidad de ser activo?, ¿y por qué todos queremos ser versátiles?
Son preguntas que nos atacan constantemente, porque vivimos en un mundo que nos obliga a etiquetarnos y a resumirnos en un solo punto. Creer en las etiquetas, es creer en las reglas.
Para mí son solo definiciones, no maneras de vivir. Son roles de interacción sexual que se asocian al placer y a la comunicación mutua. Son preferencias y gustos, que no deben de encasillarse y encuadrarse en patrones de conducta.
¿Es esto aplicable a la vida real?, pueda ser…porque una cosa es creer en algo y otra vivir esa creencia. Sí, es aplicable, pero no es tajante. Como es un asunto de preferencias, naturalmente nos comportarnos de una manera consecuente con ese rol. Y no porque se quiera establecer cánones de comportamiento, sino porque por distinciones decidimos quién hace qué., la mayoría de las veces sin pensarlo.
La familia no conoce sobre discriminación Tomado de EFE Barcelona Uno de cada tres escolares que sufren acoso por parte de sus compañeros debido a su condición homosexual padecen en silencio estas agresiones, y sólo un 11,4% de ellos informaron a su familia de que estaban siendo víctimas de este tipo de bullying, según el Instituto catalán de estudios de la violencia.
Los lugares donde se presentan mayores situaciones de acoso homofóbico son el patio de la escuela, con el 32,5%, fuera del recinto escolar (29,4%), la propia aula (11,7%) y los pasillos del centro (11,7%), entre otros puntos, según datos del estudio EXPERIéNCES, promovido por el Instituto Catalán de Estudios de la Violencia.
El informe ha sido elaborado con los datos recogidos por medio de un cuestionario realizado en colaboración con el Casal Lambda, Familias Lesbianas y Gays FLG, Asociación de Madres y Padres de Gays y Lesbianas, el Front d'Alliberament Gai de Catalunya, el Consell de la Juventut de Barcelona y SOSBullying.
El 34,3% de los escolares homosexuales que sufrió acoso no lo contó a nadie, un 20% recurrió a amigas, un 17,4% a amigos, un 11,4% a la familia, un 11,4% al profesorado y un 2,8%, a compañeros de clase, el mismo porcentaje que decidió acudir al tutor.
Un sistema de mensajería instantánea como el messenger se ha convertido en el medio más utilizado por los acosadores. El estudio señala que un 23,5% de los escolares homosexuales víctimas de bullying fueron insultados por este medio, seguido por la tradicional pizarra (8,8%), los anónimos (5,8%) o el teléfono (5,8%), entre otros.
El trabajo destaca la soledad con la que la que los jóvenes viven este tipo de acoso, que subraya se realiza con "impunidad" ya que tienen lugar en espacios públicos de las escuelas, y que en muchos casos cuando se denuncian no se tiene en cuenta el carácter homofóbico de las agresiones sufridas.
Los responsables del informe señalan que la diversidad sexual continúa siendo una cuestión incómoda para muchos equipos docentes, y que las chicas y chicos homosexuales reclaman la intervención y la presencia de los profesores en las situaciones de acoso.
Asimismo, se destaca la importancia de establecer "una red social fuerte" para la prevención formada por la familia, el círculo de amigos y el profesorado.
Esta investigación tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de las experiencias escolares vividas por jóvenes que por su opción sexual han vivido o pueden vivir situaciones de homofobia en las escuelas de Cataluña.
La redada
Dicen que vivo con una loca. Una loca que me quiere, me cuida, se comparte. Una loca que quiero, que cuido y con la que me comparto. Que feliz se es viviendo con una loca cuando sé que lo es, pero también cuando lo olvido porque eso es lo de menos.Colaboración de Rene Crúzvel Había terminado ya la clase de Física, ¡Gracias a Dios! Hacía mucho calor. Era octubre. En la cancha solo estaban los de primero aprendiendo baloncesto, y Memo barriendo las bolsitas del recreo que no conocieron un basurero. En el aula todos hacían relajo. Como siempre nosotros reunidos adelante, pensando por pensar y riendo por reír.
Ya sabíamos de la visita del Padre Director, repartiendo cartas de invitación de prematrícula a cada alumno. Pero nadie lo esperaba a esa hora. A nosotros nos daba igual, a no ser por la Cheta que socaba por sus bajas notas y encima su 70 en conducta, o la pobre Boro que nunca fue muy diestra con las clases.
Llegó. Llamó a todo el mundo, pero no a mí, yo era el número 11 en la lista, estaba en el cuadro de honor, practicaba natación con el equipo de mi clase, nunca faltaba al Colegio, no me retrasaba con ninguno de los pagos (de hecho hasta hacía donaciones a la Institución), a todos les trataba con respeto y decoro -aunque ellos, nunca lo hicieran conmigo-, hacía los murales, y ya empezaba a coordinar los eventos escolares…¡hasta corregía los exámenes de mi profe de Geografía!, ¿por qué no me habían invitado a seguir en el Colegio?, si yo era un buen chavalo…
Para ellos, era maricón.
¿Un maricón en un colegio de varones?, ¿se puede?
Nosotros éramos siete, divididos en Segundo “A” y Segundo “B”. Teníamos a un amigo más en Tercero, al que solo veíamos en recreo y a la salida. A ninguno de nosotros se invitó. Podían considerar descartarnos por indisciplina, bajas notas, moras, impuntualidad y ausencias; pero no por ser gay. Yo me quería morir, me aferraba a una confusión del director, a una fuga de mi invitación por error.
Al día siguiente busqué respuestas en otros superiores, nadie sabía nada (o al menos eso me hicieron creer). Lo disimularon como un error, conscientes del agravio cometido. ―Disculpanos, no ha pasado nada.― Mientras el director me veía con cara de “Vos no deberías estar aquí”.
Desgraciadamente mis amigos, debían tener una entrevista con sus padres, para evaluar los motivos de aquello que, a fin de cuentas, era una corrida diplomática. A los papás de la China les dijeron que yo era una manzana podrida, que debían cuidar a su hijo de mí si querían que se quedara…Nunca más pude visitarlo a su casa, de hecho, aún hoy, nos vemos y llamamos a escondidas. A los papás de la Boro y a los papás de Jerry, les hablaron de lo mismo, ellos, prefirieron evitar más humillación y los cambiaron de Secundaria. La Cheta no se salvó, se aprovecharon de su debilidad académica y a su mamá le dijeron ¡No!, rotundamente. Solo quedamos cuatro.
Nunca me había sentido tan sucio, desgraciado y maldito por ser como era. La rabia y la indignación me las tuve que tragar, hasta que mi cuerpo adolescente no aguantara más. No me imaginaba la cara de mi madre, mi humillación, mi derrota, mi silencio.
Tercero fue un año como todos los demás. El típico recreo con los de cuarto lanzando una botellita de cacao con lodo adentro a nuestros pies; dejándonos hechos un desastre, y como siempre, nosotros viéndonos las caras tratando de consolarnos unos a otros con aquella mirada de resignación…o un mango chupado desde la cuadra del frente irrumpiéndome en un pómulo mientras iba camino a casa, luego de salir de clases. Dolía, y mucho.
El director, junto a otros, quiso hacer lo mismo ese octubre. Pero otra vez, alguien me protegió. Otra vez yo, con la cola entre la piernas, y sabiendo que no era un error, lo resolví. Tenía 15 años, me dolía demasiado aquella situación. Me sentía atrapado, solo, culpable, inútil…me veía quebrado, abandonado, odiado…quería arrancarme a golpes aquella desgracia que me hacía pasar tan malos tiempos, pero no podía, era más fuerte que yo, era mi yo. No podía dejar de ser yo, por ellos, por nadie. No.
Pasó un año y tres meses, desde que todo empezó. Era enero. Fue la última vez que estuve en Chinandega, en casa de mi padre, por tanto tiempo, y otra vez, él, al terminar la cena, como casi todos los días, me preguntó: ¿cuándo la novia?, ¿existe?, ¿va existir?, ¿querés al menos?; ¿nadie se burla de vos en la escuela?, ¿no te molestan por no ser tan masculino como ellos?, aunque fueras normal, vos sos diferente, ¿cómo no van a notarlo?...me decía; yo solo respondía con un no, justificando de mil maneras toda la situación. Él persistía, siempre preguntaba. Mi padre, homofóbico por naturaleza, nunca se quedo tranquilo.
Yo no suelo llorar, me cuesta mucho, siempre ha sido así desde niño, ni cuando más duro me trataban yo lloraba, solo lo guardaba, aún lo hago. Pero ese día fue distinto, yo sentía una pelota en la garganta, atravesada, hecha nudo, queriendo salir…la vomité. Lloré como condenado, a mares, con pánico, con histeria, con horror. Lloré como niño, como joven, como humano. ¡Lloré!, ¡moqueé!, ¡grité! Le dije de mi drama en el Colegio, se lo dije a él, a mi padre.
Al día siguiente estaba de regreso en mi casa, con mi mamá a la que le confesé mi dolor, con ABBA de fondo, que sonaba discretamente en el estéreo de la sala.
Al padre director lo cambiaron ese año. Pero no se fue sin decirme a mí y a mi mamá lo que realmente pensaba…que yo corrompía la estabilidad de aquel Colegio de Varones, y que con mis actitudes extraviadas confundía el pensamiento de aquellos que estaban bien. Mintió, me levantó falsos. Consiguió humillarme. Pero ese día si pude defenderme, no tapé más la situación, no huí, no me avergoncé de ser como soy. Abrasé mis derechos, se los repliqué a la cara, le dije que ni él ni nadie tenían derecho a desvalorizarme por como yo me comportara…eso es un delito, es discriminación, se pena, se paga, ¿le interesa Padre Marotto? Se cayó, pidió disculpas y me matriculó.
Nunca más las cosas fueron iguales entre mamá y yo. Luego, yo nací con ella nuevamente.
Hoy me pregunto, ¿por qué lo hice?, ¿por qué no me defendí antes?, ¿por qué permití que la gente menospreciara mi identidad sexual?, ¿por qué no fui más fuerte?, ¿por qué seguí atormentándome en ese colegio hasta bachillerarme?, ¿por qué fui tan masoquista?, ¿por qué no lloré antes?
He querido compartir mi historia con los lectores de espacio, con mi comunidad, porque considero que está en nosotros el poder del cambio, y no es necesario que pasen por una secundaria traumática y humillada como la mía, para darse cuenta de ello, pero sí es necesario que abramos los ojos y veamos que al frente tenemos la solución, está en nuestras manos el poder, está en nuestra fuerza, nuestra integridad, nuestro valor.
Nosotros somos dueños de nuestro cuerpo, respetémoslo, démosle el lugar que se merece, no permitamos que la gente siga pasando encima de nosotros.
Todos somos iguales. Y merecemos igualdades.
Si sos un adolescente y estás pasando por una situación similar a esta, recordá que no estás solo…que ahora estamos nosotros, tu comunidad.
(Nota Importante: No significa que mantienen dos relaciones al mismo tiempo. Tampoco significa que la persona está a favor de la bigamia.)
Tomado y Editado de:
Gay and lesbian alliance against defamation. Glosario de Términos Lésbicos, Gay, Bisexuales y Transgéneros.
(http://www.glaad.org/espanol/guia/glosario.php) Junio 9, 2008. WIKIPEDIA. Intersexualidad.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Intersexual) Junio 9, 2008. Por C. René Cruz || rc.espacio@gmail.com |
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